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El cultivo del olivo, arraigado en tradiciones centenarias, está experimentando un cambio hacia métodos más modernos y eficientes. Este cambio no sólo redefine la apariencia de los campos, sino que también impacta en la economía regional y la sostenibilidad ambiental.
El 70% de la superficie mundial del olivar se explota de manera tradicional, mientras que el 30% se trata de olivar moderno. Sin embargo, la producción de aceite generada por el olivar tradicional no supera el 60% del total producido. Como hemos visto en los últimos años, competir en precios de venta está siendo una tarea complicada, la rentabilidad del olivar tradicional continúa disminuyendo causada por el auge de explotaciones más mecanizadas.

El impacto del olivar superintensivo

En este contexto de transformación, destaca el olivar superintensivo como un modelo vanguardista que ha revolucionado la tradición centenaria. Caracterizado por su disposición en forma de seto y una completa mecanización, el olivar superintensivo se erige como un ejemplo de eficiencia. A pesar de su mayor requerimiento de riego, esta modalidad logra una eficiencia destacada en la utilización del agua, presentándose como una alternativa viable y sostenible. Su rápido ciclo productivo, alcanzando plena producción en apenas cinco años, y la reducción significativa de los costos operativos mediante la mecanización, subrayan los beneficios tangibles de este enfoque. El olivar superintensivo se revela como una respuesta innovadora y eficaz, contribuyendo a la revitalización del olivar andaluz, consolidando su competitividad y sostenibilidad en el panorama agrícola actual.

El papel del riego en la modernización

El agua, recurso esencial y limitado en la región, ha desempeñado un papel crucial en la modernización del olivar. La introducción del riego y la intensificación de los sistemas productivos han llevado a una reconfiguración significativa del paisaje olivarero. Aunque el olivar superintensivo requiere más riego que su contraparte tradicional, su eficiencia en el aprovechamiento del agua se convierte en un factor clave.

Desafíos y oportunidades para el futuro del olivar andaluz

A pesar de estos avances, aún persiste un desafío considerable. Más del 52% de los olivos en Andalucía tienen más de cincuenta años, y alrededor de 700,000 hectáreas de olivares son susceptibles de modernizarse. La necesidad de mejorar la gestión del agua y aumentar los recursos hídricos para el olivar son aspectos claves para el futuro. Además, la formación de los agricultores en prácticas más eficientes y sostenibles se presenta como un imperativo para guiar esta transformación.

El cambio en la dinámica del olivar andaluz revela oportunidades económicas y de sostenibilidad. Agricultores e instituciones públicas convergen en la necesidad de apoyo mutuo para asegurar la viabilidad y la prosperidad de un olivar que se adapta para enfrentar los desafíos venideros. En este contexto, MASUR Agro se presenta como un aliado estratégico. MASUR Agro ofrece un servicio integral y profesional de gestión de fincas, considerando cada propiedad como un negocio único. Nos especializamos en diseñar planes que controlan los insumos y optimizan los rendimientos, brindando tranquilidad y seguridad en la rentabilidad de la explotación.
Si eres propietario de una finca agrícola y estás considerando la modernización, consulta cómo MASUR Agro puede ser tu mejor socio en este proceso de transformación.

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